domingo, 20 de diciembre de 2009

La Oración de la Serenidad


Dios (cualquiera que sea tu idea de él) concédeme la

Serenidad para aceptar
las cosas que no
puedo cambiar...

Valor para cambiar
aquellas que puedo y

Sabiduría para reconocer
la diferencia...

T. Morton


Simplemente, necesitaba recordarme que las cosas no son siempre como queremos, pero son como son. Y eso no es necesariamente malo, simplemente es. Pero de cada cosa, buena, mala o regular siempre puedes sacar algo positivo, algo constructivo.

Sé como quieras ser, pero se fiel a tí mismo. Respétate incluso más de lo que respetas a los demás. Asume, que sientes lo que sientes, sin juzgar tus emociones; porque son reales. Acéptate con tus virtudes y con tus defectos. Quierete como nadie te podrá ni sabrá quererte. Nadie, si no tú, pasará contigo 24 horas al día el resto de tu vida. Sé feliz sea lo que sea lo que te depare el futuro.

Mírate al espejo y sonríe. Es el mejor regalo que jamás podrás hacerte. Muchas veces no te apetecerá sonreirte, pero sin duda.... te lo mereces. Y recuerda, siempre, que esto también pasará.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

El Ir y el Venir

Si estoy, si existo, el mundo gira, la vida sigue y las cosas funcionan. Cuando ya no esté, cuando no exista, el mundo girará, la vida seguirá y las cosas seguirán funcionando. ¿Por qué? Porque no soy imprescindible; ni yo ni nadie.

Pero vivo mi vida intentando dejar huella por allá donde paso, intentando calar en los corazones de las personas que cuentan para mí, intentando estar en los malos momentos, y también en los buenos.

Sé que no soy imprescindible. Sé que el hecho de estar responde a la casualidad. Pero intento convertir mi existencia en causa de felicidad. Hay veces que lo consigo, hay veces que no. Cuando me acuesto por la noches (a veces ya de madrugada) repaso mi día buscando momentos que hayan dejado huella, porque no quiero desaparecer sin haber importado en algún momento.

Cuando me vaya, cuando no esté espero dejar una estela. Espero que conservéis esa parte de mi alma que os he entregado a cada uno en algún momento.

Pero no os preocupeis, no es una carta de despedida, ni muchísimo menos, aún me quedan muchas cosas por hacer, muchas lágrimas que derramar, muchos abrazos y besos que dar, muchas cosas por vivir. Ésta es una carta de... "hola, de nuevo" (por decirlo de alguna forma). Es una carta de "sigo aquí, no me he ido a ningún lado".

Quiero agradeceros que esteis ahí, quizá no en el lugar n el que os dejé la última vez, quizá no igual que como os recordaba, pero al fin y al cabo, nada permanece estático, todo cambia. Pero os he reencontrado.

Hace tiempo que me perdí, pero ahora me he desecho de todo aquello que no me permitía ser quien quiero ser, y volveré a reencontrarme, al igual que os he reencontrado a vosotros. Quizá no en el lugar en el que me perdí y seguro que también yo he cambiado. Pero sé que me ayudareis a encontrarme, porque tomando un café con vosotros, volví a sentirme en casa.

Gracias por seguir ahí, sea donde sea ese sitio.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Qué, Cómo, Cuándo, Cuánto y Con Quién


Creo que fue Platón el que dijo: "Lo verdaderamente difícil es enfadarse por la razón correcta, con la persona adecuada, en el momento oportuno y en su justa intensidad" (o algo así, más o menos). Y como gran filósofo tenía razón, solo que no pasa sólo con el enfado, sino con cualquier otro sentimiento o emoción. Y es que los filósofos no dicen más que aquello que todos sabemos pero no sabemos expresar.

GESTOS


Los gestos y los guiños
sin decir siempre dicen,
y hablan sin sonar,
de pensamientos escondidos,
sentimientos no dichos,
emociones que se sienten
y evitamos explorar
por miedo al abismo.

Algunas veces dicen más
gestos que se evitan
que palabras que se callan.
Algunas veces dice más
un gesto, una mirada
que una palabra que se grita.

Suplican sin pedir.
Preguntan afirmando.
Si los miras se muestran,
no necesitan mentir.
Sinceros en el sentir,
viven explorando
donde las palabras no llegan
cuando no sé qué decir.

viernes, 15 de mayo de 2009

¿Quién dijo MIEDO?


Hace demasiado tiempo que no escribo, y se que tenéis ganas de que lo haga. La verdad es que ultimamente no he tenido excesiva motivación para hacerlo, y no porque las cosas me vayan mal. Quizá es precisamente porque me van bien por lo que no he tenido necesidad de desahogarme. Pero hoy me he levantado con ganas de compartir mis emociones, porque también hay que hacer partícipes a los demás de los buenos momentos. Es importante que la gente que te quiere te apoye en los malos momentos, pero también lo es permitirles disfrutar contigo de los buenos.
 
Hace días que me ronda una palabra por la cabeza: MIEDO. Los telediarios, periódicos y demás medios están tratando demasiado el tema del miedo. Tanto que incluso hemos llegado a interiorizarlo de semejante manera que estamos todos acojonados. Con todo, con la crisis, con la gripe A (o porcina, o del cerdo, o mexicana, o como quieran llamarla), con el paro, con la corrupción, con la delincuencia... Y hemos llegado a un punto en el que no nos quejamos porque tenemos miedo a que las cosas puedan ir a peor, a un momento en el que nos alegramos de estar al menos no tan mal como podríamos estar. ¡¡¿QUÉ?!!

Pues yo me niego, me niego a vivir con miedo, me niego a temer un futuro incierto que no se si llegará, me niego a trasladar ese miedo "social" a mi terreno personal. El miedo paraliza, evita que sientas y pienses con claridad, evita que aspires a mejorar las cosas por miedo a perder lo que ya has conseguido. El miedo es el peor de los compañeros de viaje, porque impide que descubras cosas que sólo puedes descubrir con la valentía. El miedo es el peor de los consejeros, porque no te permite tener en cuenta todas las posibilidades que te ofrece la vida.

Ya sabéis que yo escribo tontas poesías para esa persona especial que hay en mi vida. Poesías que ignora pero que inspira. Pues bien, el otro día escribí esto:

Me muero de miedo
por perderte y lastimarte.
Quiero quererte y no alejarte.
Y todo lo que hago
enmascara lo que siento.

Me muero de miedo
por tenerte y por amarte.
Quiero conocerte y no dejarte.
Y todo cuanto consigo
es perder el tiempo.

Me muero de miedo
por atraerte y defraudarte.
Quiero quererte y besarte.
Y todo cuanto logro
es todo lo que no quiero.

Hoy la he releído y lo único que he pensado es: ¿A qué coño le tengo que tener yo miedo? Pues a nada. No voy a tener miedo de que me quieras ni de quererte, porque lo único que consigo es justo lo que quiero evitar.

Así que ha llegado el momento de decirlo, de arriesgarme a conseguir lo que llevo tanto tiempo soñando. Voy a decírtelo, voy a decirte que TE QUIERO.
No dejéis que el miedo os impida extender la mano para alcanzar aquello que os puede hacer felices. Puede que lo consigáis, o puede que no. Puede que sea tal como lo habíais soñado, o puede que no. Pero, ¿no intentarlo por miedo?... ¿Quién dijo MIEDO?

miércoles, 18 de marzo de 2009

¿Crisis?

Acabo de escuchar en la television una notica respecto a un pueblo (La Muela) en no sé que parte del estado que debe ser pionero en la implantacion de molinos eólicos. Pues resulta que aunque la alcaldesa pagaba viajes al Caribe a los vecinos, iba a rodar un culebrón sobre la historia del pueblo, y otras lindezas, ha sido detenida por el deporte nacional en este país, o sea, malversación de fondos, prevaricación, e irregularidades varias en la gestión municipal.

Ya estamos más que acostumbrados a ver como jueces, más o menos mediáticos, y cuerpos policiales varios investigan, arrestan y acusan a alcaldes, ediles y demás políticos en multitud de ciudades y pueblos.

Otra de las noticas más noticiosas es la que ha liado la conferencia episcopal (¡Con la Iglesia hemos topado!) con la pedazo de campaña que han creado con todo el tema del aborto (tema en el que no voy a entrar por no crear polémica... de momento).

Todo esto me lleva a LAS DOS GRANDES CONCLUSIONES que dan a mi actualidad las únicas respuestas posibles a las preguntas imposibles que se generan cada día.

  • ¿Crisis? La culpa no la tienen ni los bancos, ni el gobierno, ni (como dice Eon) que el que tiene no quiere gastar y el que no tiene no puede. Estamos en crisis porque estamos viviendo un secuestro continuado, masivo y descarado de los billetes.
Si aqui se encuentran, según tengo entendido, la mayoría de los billetes de 500€ y TODOS están secuestrados por esta gentuza... NO QUEDAN BILLETES SUFICIENTES PARA LOS DEMÁS.

Y si el poco (o mucho) que el estado da a la Iglesia lo gasta en LA CAMPAÑA publicitaria, una campaña que para sí quisieran multinacionales por todos conocidas, queda todavía menos.

  • Con todos los imputados, acusados, detenidos, huídos y tal y cual entre la fauna politiquera, vamos a tenernos que preocupar ya no de si el lince está o no en peligro de estinción, ya no de si los niños van a estar o no en peligro de extinción con la nueva ley del aborto, si no de los pobres políticos, a los que encima, vamos a tener que pagarles programas de repoblación y reproducción.
Y vosotros direis "¡Hala! Cómo te pasas, ¿no?" Pues no señores, no, no me paso. Si los políticos desaparecieran, no se crearían más leyes (incluidas las del aborto), por lo que la Iglesia se dedicaría a hacer lo que tiene que hacer; cuidar del alma de SUS creyentes (para las demás creencias, acúdase a otros lugares). Tampoco tendríamos "secuestradores monetarios". Y como, definitivamente, vamos tan jodidos por la vida, NO SABRÍAMOS QUÉ HACER CON TANTA PASTA, por la falta de costumbre, se entiende.

Así que sólo nos quedan las siguientes alternativas:

  1. Secuestremos toda la pasta que encontremos, cada billete que pase por nuestra vista, bien metidito debajo del colchón.
  2. Creemos una mega campaña, porque NOSOTROS TAMBIÉN ESTAMOS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN.
  3. Hagámos como en Bélgica y no creemos parlamento (que ya se ha comprobado que el país no se va... MÁS a pique) y reduzcamos así el tiempo en el que nos secuestren la pasta.
  4. Y ya que nos roban, nos estafan, nos mienten y nos encabronan, que lo hagan mientras estamos de vacaciones en el Caribe a gastos pagados por el Ayuntamiento.

lunes, 16 de marzo de 2009

"Palabras a mí mismo" de Hugh Prather


Llevo días queriendo escribir, pero las palabras no acuden a mi mente, las ideas no vienen a rescatarme de esta sensación de vacío que produce tu ausencia cuando, en silencio, estás a mi lado. No imagino las frases que pueden devolverme la satisfacción de saberme en las manos de Eros.

Por eso me dedico a leer. Cojo un libro, el primero que asoma en la estantería: "Palabras a mí mismo". Parece que es el libro el que me ha elegido a mí. Lo abro, por cualquier página, dejo que el azar guíe mis manos. Leo.


"No me gusta como actué con Alicia.
Sentí intensamente su atracción y, sin embargo,
me porté todo el tiempo
como gentil asexuado.
Cuando siento como hombre
detesto portarme como un cortés eunuco.

Tú dices que sólo quieres ser mi amiga,
es decir, relacionarte sólo con mi espíritu.
Yo puedo entender qué es lo que quieres
y no te pediré que te relaciones conmigo si no quieres.
Pero así como rehúso fingir
que estoy castrado,
si deseas ser mi amiga
tendrás que aceptarme con mi sexo."

A partir de aquí, que entienda el que quiera entender. Y el que no, que disfrute con la lectura. Pero fue el texto el que me eligió a mí.

jueves, 19 de febrero de 2009

Don´t Divorce Us!


Llevo muchos días sin escribir, y la verdad es que no tengo demasiadas ganas de hacerlo, pero me gustaría compartir una cosa con vosotros.

Después de haber tenido que luchar por tener los mismos derechos que cualquier otra pareja, miles de parejas en EEUU pueden ser divorciadas, sí, así, divorciadas a la fuerza, gracias a la Proposición 8. Yo, desde aquí, poco puedo hacer, lo mínimo enseñaros este vídeo para que se difunda lo más posible y todo el mundo entienda que hay más maneras de querer que la propia y son igualmente válidas.

No voy a extenderme mucho más en este tema, dejaré que las imágenes hablen por mí.



"Fidelity": Don't Divorce... from Courage Campaign on Vimeo.

jueves, 12 de febrero de 2009

Diario de un ¿amor?

Día x, 9:00
La echo de menos en mi cama y al desayuno. La pienso en la ducha.

Día x, 9:30
Salgo de casa pensando: "¿La veré hoy?"

Día x, 11:00
La he visto, me ha mirado, pasa sin decir nada. ¿No sabe lo que siento por ella?

Día x, 12:30
Quiero dejar de quererla. No me merece, y no merezco una persona como ella.

Día x, 14:00
Me ve y se acerca. La quiero. Dice algo ingenioso, me río. "¿Tomamos un café?"

Día x, 14:30
Paga el café y se despide. Siento que se me parte el alma al ver como se aleja.

Día x, 14:35
¿Qué quiere de mí? ¿Qué quiere que yo haga?

Día x, 14:45
O no tiene ni idea de lo que siento, o juega conmigo. No la amo.

Día x, 16:00
Llego a casa. Enciendo el televisor. Tengo que decírselo.

Día x, 17:30
Me llama para pedirme ayuda. No puedo decirle que la quiero.

Día x, 19:00
Suspiro. Se ha tenido que dar cuenta de que la amo, lo sabe.

Día x, 19:05
Y si lo sabe ¿Por qué hace lo que hace?

Día x, 19:10
No lo sabe.

Día x, 19:15
Pero tiene que haberse dado cuenta.

Día x, 21:30
Preparo mi cena, para uno. Calculo mal, salen dos raciones.

Día x, 22:30
Me acuesto, la veré en mis sueños.

Y así un día, otro día y otro. ¿Y aún os extraña que esté perdiendo el juicio? ¿Que no pueda dejar de quererla? ¿Que no pueda dejar de pensar en ella?

Sólo queda asumir que no me quiere, asumir que la tendré sólo en mis sueños. Y esperar a que pase el tiempo, hasta que ya no sea ELLA, sea simplemente, una.

jueves, 5 de febrero de 2009

Cuando Menos te lo Esperas


Te esfuerzas sobremanera para alcanzar ese sueño que tienes, ese objetivo que te has marcado. Y sientes que por mucho que te esfuerces no vas a llegar a él nunca. Notas que te acercas, casi lo tocas, estiras la mano y lo rozas con la yema de los dedos, pero sientes como se te escapa. Buscas todas las alternativas posibles. Hasta llegas a un punto en que empiezas a dudar, no ya de que lo vayas a conseguir, si no de si quieres o no conseguirlo.

Entonces, no sabes muy bien cómo, no sabes muy bien por qué (cual ha sido la diferencia, qué has hecho distinto), cuando estás a punto de tirar la toalla, ocurre. Atrapas el sueño con todas tus fuerzas, temiendo que en un descuido aflojes la presión y se escape. Y todo tiene sentido. Todo se ve desde una perspectiva diferente. Tienes ganas de más. Tienes ganas de todo. Todo lo que te ha llevado a este punto encaja como si se tratase de un puzzle de 50.000 piezas.

Echas la vista atrás y recuerdas toda la historia. Recuerdas cuando se te ocurrió, cuando lo decidiste. Recuerdas donde estabas y con quien. Y asoma una sonrisa. Te das cuenta de que en ese momento pecabas de dulce ingenuidad, ese no saber donde te estabas metiendo, lo que te iba a costar.

Analizas los pasos que has dado, disfrutando del camino. Recuerdas con cariño los malos momentos, en los que estuviste a punto de dejarlo todo, pero alguien o algo te impidió huir. Alguien te obligó a esforzarte, y lo quieres por ello. Recuerdas también esos pasos que creíste que te alcanzaban el destino, cuando sólo supusieron un paso en el camino. Recuerdas esa sensación de logro, de haber ganado, al menos, una batalla. Y vuelves a sonreír mientras piensas "¡Anda que no me quedaba!".

Pero ahora que las cosas están donde deben estar, ahora que tienes que preocuparte por buscar un nuevo objetivo, ahora que necesitas una nueva ilusión en forma de nueva misión en la vida, ahora, después de haber conseguido ganar la guerra y quedar exhausto, tienes más fuerza que nunca, más energía y tomas una nueva decisión. Y vuelves a ser soñador, entusiasta, inconsciente. Y vuelves a querer algo sin saber de verdad cuánto te va a costar.

Esta vez, puede que no lo consigas, o puede que sí. ¿Y qué más da? Hoy sientes que has crecido, que has aprendido, y que, pese a todo, el viaje a merecido la pena. Entonces decides, con la misma rotundidad que en el pasado, con las mismas ganas y la misma esperanza. Y empiezas un nuevo viaje.

Y empiezas a recorrer de nuevo ese círculo que es la vida. Volverás a soñar, volverás a esforzarte, volverás a llorar, volverás a desesperarte, volverás a querer, volverás a tropezar, volverás a levantarte, volverás a reír. En fin, volverás a SER.

martes, 3 de febrero de 2009

Si la vida es corta, SONRÍE


            Ayer, una persona a la que aprecio, y que me ha dado más de lo que imagina, me hizo llegar este texto. La verdad es que no se de donde proviene, si es una canción o un pensamiento propio, o está sacado de un libro… pero creo que es un gran pensamiento. Creo que es una gran filosofía de vida, un pensamiento que va en la línea de este blog.

Life Is Too Short,
Break The Rules, Forgive Quickly,
Kiss Slowly, Love Truly,
Laugh Uncontrollably,
And Never Regret Anything
That Made You Smile.
Life May Not Be The Party
We Hoped For,
But While We're Here, We Should Dance...

La vida es corta
rompe las reglas, perdona rápido,
besa despacio, ama de verdad,
ríe de forma incontrolada,
y nunca te arrepientas de nada
eso te hará reír
La vida quizá no sea la fiesta
que esperabas ,
pero ya que estamos aquí, deberíamos bailar...

            En el anterior post estuve hablando de esa persona que es capaz de alegrarte el día sólo con su presencia. Esa persona que tiene esa energía que sientes como una dulce descarga y te despierta. Te despierta para que te asomes por la ventana y veas (como diría una cantante a la que quiero con locura) lo bueno de la vida.

            Hay cientos, miles de razones, cada día, para que intentes abandonar, sumirte en un peligroso círculo de pensamientos negativos que te impida ver el sol entre los nubarrones. Pero, ¿sabes qué? Aunque no lo veas, aunque lo oculten las nubes, el sol está ahí, siempre lo está.

            Parece que no son buenos tiempos para la gente que me rodea. Varios de vosotros estáis pasando por momentos no del todo agradables, cada uno por sus motivos (“One cada One” que diría uno que yo me sé). Y esto me produce una gran sensación de impotencia y preocupación.

            A mis amigos, esas personas que forman mi familia elegida, y a mi familia envié hace no mucho un vídeo acompañado de mis mejores deseos. Creo que este es un buen momento para que todos lo recupereis y lo veáis. Para los que no lo tengáis, se resume en esta frase: Analiza las causas del fallo, corrígelas, y vuelve a intentarlo. Seguro que el siguiente intento dará sus frutos.

            Hace mucho que no os recuerdo que TODOS, TODOS, TODOS, SOMOS MORTALES. Es posible que lo bueno pase, pero sin duda, lo malo también. Así que siguiendo con el consejo; sonríe, porque la vida es corta. Y aunque no sea una fiesta, nada ni nadie debería poder evitar que bailes (y si lo hace, mandadmelo a mi, que le diga yo un par de cositas).


viernes, 30 de enero de 2009

Cuando el Sol asoma entre las Nubes

 Hay días que amanecen claros, limpios, con una intensa y radiante luz, que parece que no van a poder estropearse te cruces con quien te cruces y suceda lo que suceda. Son esa serie de días en los que al despertar sientes una fuerza que te saca de la cama de un salto. Esa serie de días en los que estás… encantado de conocerte; en los que te miras al espejo por la mañana y te encuentras detrás de esos ojos, quizá, soñolientos. ¡Sí! Estás ahí, te sientes, te intuyes, te ves. Y una sonrisa te saluda desde el otro lado del espejo. Estás listo, preparado, sin miedo, con ganas de comerte la vida a grandes mordiscos.

 Pero no todos los días son así. Hay días grises y nubosos en los que parece que esa misma fuerza te aplasta y te impide salir de las mantas. Días en los que enfrentarte al siguiente paso te da miedo, angustia, pereza… Días en los que no toleras las tonterías de nadie. Días en los que te gustaría no ser tu quien te da unos malhumorados buenos días desde el otro lado del mismo espejo. Esos días en los que parece que nada ni nadie podría hacer que fuese a mejor.

 Sales a la calle, después de aporrear el ascensor porque alguno de tus vecinos se eterniza en cerrar la puerta y no viene. Alguien ha aparcado en doble fila y no puedes sacar el coche. O quizás llagas a la parada justo cuando ves como se aleja el autobús. Tienes la sensación de que todo y todos se han confabulado para molestarte durante todo el día (y sólo acaba de comenzar). Tienes la sensación que vas tarde, siempre tarde, por mucho que corras. Vas más lento de lo que quieres, sientes que te faltan siempre algunos segundos. Estas de mal humor, no te sientes bien contigo mismo, y por lo tanto, no te sientes bien con nadie.

 Entonces, en un momento determinado, te encuentras con ESE ALGUIEN. Ese alguien que es la única persona que necesitas. Y te sonríe.

 De repente, sin saber cómo y sin saber porque aparece un rayito de sol entre esas grises nubes que hay en el cielo. Un rayito de sol que calienta una minúscula parte de tu piel. Y notas ese calor.

 Ese alguien te dice – Hola – (simplemente hola, porque no necesita nada más) y ese rayito crece y destruye un grupo de nubes a su alrededor. Ves un poco de azul en el cielo. Y ese calor que solo abarcaba unas pocas células dérmicas de tu mano se extiende a lo largo de todo tu brazo. Y no puedes evitar contestarle con una sonrisa.

 Y ESE ES EL MOMENTO. Ese es el momento en el que tu día gris, ese día horrible que no querías memorizar para no recordarlo nunca, ese día aparece como un día maravilloso. Un día que no quieres olvidar. Un día que vivirías una y otra vez como si se tratara de un mágico círculo vicioso. Ese es el momento en el que todo se aclara: los nubarrones en el cielo y en tu mente. Todo cambia y se convierte en algo nuevo y maravilloso.

 Yo tengo a ese alguien. A esa persona que es mi rayito de sol en la tormenta. A esa persona que tiene el poder de hacer espectacular el más horrible de mis días. Y lo único que puedo decirle cuando me sonríe, cuando me saluda, es HOLA!

lunes, 26 de enero de 2009

De Deseos, Sueños y Fantasías


Cuando nuestra mente se eleva más allá de donde se encuentra nuestro cuerpo, a un lugar cercano al que alberga nuestra alma, encuentra un sinfín de sueños, deseos, esperanzas y fantasías.

Este es un lugar lejano pero al que acudimos con facilidad. Un lugar en el que sentimos que verdaderamente dominamos y controlamos todas aquellas variables que se nos escapan en nuestra realidad.

Hay veces en las que atrapamos un pequeño trozo de ese universo privado y paralelo y conseguimos traerlo hasta el presente, hasta el mundo de lo tangible. Pero como ocurre con cualquier viaje, no todo lo que pensábamos que traíamos consigue llegar a su destino. Algunos pequeños matices que eran posibles y tenían sentido en nuestro pensamiento perecen en un mundo en el que dependemos de factores que no podemos ni debemos controlar.

Una de mis más privadas y recurrente fantasías es tenerte ti entre mis brazos. Esta fantasía ha tenido sentido durante mucho tiempo en ese lugar que he descrito. Pero la última vez que he estado a tu lado no ha sucedido como yo lo he deseado. Simplemente porque todo eso, sin yo quererlo asumir, dependía enteramente de ti y no de mi. 

Yo puedo tener mis brazos, mi corazón y mi alma preparados para recibirte; crear escenarios donde esa situación que anhelo se pueda dar, pero todo lo demás, que tú cruces esa barrera imaginaria, que des el paso para acercarte, depende exclusivamente de ti. Y yo (por mucho que me duela) no puedo sino esperar a que pase, lo que sueño. 

No es la primera vez que intento realizar un sueño (ni la primera que intento realizar esta fantasía). A veces, se hacen realidad, otras en cambio la realidad las aplasta hasta convertirlas en frustraciones y desalientos o (en el mejor de los casos) en “películas mal hechas de grandes libros”. 

Pero esta vez, no pienso permitir que eso le ocurra a una de las ficciones más bonitas que he pensado. No pienso permitir que conviertas estas sensaciones y sentimientos en algo con lo que ya no quiera seguir fantaseando. Por eso, guardaré para mi estos anhelos, dejaré de crear escenarios, permitiré que vivas sin saber de mis fantasías. 

Ha sido un placer desearte, y como no puedo temer no cumplir mis deseos, te veré en mis sueños, porque no quiero dejar de pensarte.


lunes, 19 de enero de 2009

Be water, my friend


Así como la tierra gira constantemente, la vida cambia. Así como los mares suben y bajan con la marea las personas sonríen y se entristecen. Así como los ríos esculpen las piedras al pasar, las personas evolucionan. Así como los días y las noches se suceden constantemente los problemas y las soluciones también lo hacen.

Vivir no es otra cosa que cambiar las estrategias en función de los acontecimientos sin perder de vista el objetivo primordial de ser feliz.

Por eso, las personas que se asustan ante los cambios, que rechazan los contratiempos, que sólo creen en un único modo de vivir, no serán felices. No serán felices porque, aunque tengan momentos de felicidad, al volver la vista atrás, verán aquellas cosas que no pudieron vivir, aquellas cosas que no pudieron cambiar, aquellas cosas que hicieron mal. Sin darse cuenta que, en muchas ocasiones, no pudo pasar otra cosa, que no debió pasar otra cosa. Todo lo que te ha ocurrido en tu vida, bueno, malo y regular, ha hecho de ti la persona que eres, tal como eres. Las decisiones que tomes hoy construirán tu yo futuro.

Una frase de no se quien, y no se cuando dice: El presente es el pasado del futuro.

El pasado no puedes cambiarlo, y es poco probable que lo recuerdes objetivamente. El futuro no puedes modificarlo, porque ni siquiera ha pasado. Tu única responsabilidad es hacer tu presente mejor que tu pasado y lo suficientemente bien para no reprochártelo en tu futuro. Si lo ves de esta forma te darás cuenta, que en realidad, vivir no es tanto trabajo. Los indios (de la India) dicen: Los elefantes se comen a mordisquitos.

¿Por qué preocuparse de lo que ya ha pasado y no se puede cambiar? ¿Por qué agobiarse por lo que aún no ha sucedido? Aprende de lo que hiciste, pero no te tortures. Prepárate para lo que vendrá, pero no te obsesiones. Porque si no, no podrás disfrutar de lo que vives en este momento único, irrepetible y que no volverá. El famoso Carpe Diem.

Vivir no es otra cosa que un viaje en el que, sobretodo, tienes que disfrutar del camino, de la compañía y del paisaje. Acepta los retos que te pone la vida, porque no sólo aprenderás, sino que convertirán tu vida en algo digno de vivirse (sería tan aburrido si no...)

Para terminar, una gran frase del maestro Bruce Lee: "Be water, my friend"

jueves, 15 de enero de 2009

La Comunicación

Hay un libro que me llegó muy adentro cuando lo leí y que muchas veces, aun sin darme cuenta, mi mente vuelve a él en determinadas circunstancias y frente a determinadas personas. El libro se llama "El cuaderno de bitácora" de Ferran Ramon-Cortés.

En este libro una pareja que atraviesa problemas, hace un viaje en barco, una pequeña excursión, y a través de las cosas que ocurren llegan a solucionar sus problemas, que no están debidos si no a problemas de comunicación.

Pues bien, al final del libro aparecen cinco habilidades para la comunicación personal. Pero dándole vueltas creo que son habilidades necesarias para vivir, simplemente. Y vivir significa, ser feliz, amar, compartir...

Vale, muy bien, pero ¿cuáles son esas cinco habilidades? (es lo que os oigo que os estáis preguntando). Las cinco habilidades son:

  • Encontrar tiempo: encontrar tiempo para hablar de lo que hay que hablar, con quien hay que hablar y cuando hay que hablarlo.
  • Escuchar con atención: escuchar lo que te dicen, cómo te lo dicen, pero, además, lo que NO te dicen.
  • Estar en contacto con los sentimientos: de tus sentimientos y de los del otro. Pero estar en contacto con ellos no significa que te dominen.
  • Aceptar sin juzgar: aceptarnos nos acerca, juzgarnos nos aleja. No pienses si te gusta o no, si harías lo mismo o no, sólo escucha.
  • Acompañar: avanzar al ritmo del otro y dejando que llegué por si mismo a sus propias soluciones.
Esto es comunicar, esto es comunicarse. Y comunicarse posibilita el vivir, el querer, el estar.

Comunicar es mucho más que decir cosas y escuchar información, comunicar es entender que otras formas de ver y sentir, ni mejores ni peores, sólo distintas. Comunicarse es algo más que dialogar es descubrir que tus palabras y tus acciones pueden dejar las mismas huellas en quien las oye que las del otro en ti.

Las palabras son cajitas que contienen mucho más que el significado propio, contienen una intención, un sentimiento. Por eso, busca las palabras exactas, tómate tu tiempo para hacerlo; escucha lo que producen, la respuesta; se consciente de cuál es el sentimiento con el que las regalas; acepta las respuestas sin juzgar, y acompaña al otro en la conversación, no huyas de él ni te confrontes.

Y más importante que todo lo demás: asegúrate de que el otro te está entendiendo, el significado, la intención y la respuesta que esperas. Porque si no te pones en el lugar del otro, ¿cómo puedes afirmar que te comunicas? Quizás simplemente estés hablando, por hablar.

viernes, 9 de enero de 2009

Porque te Quiero

Ya se que sabes que puedes contar conmigo, pero solo saberlo, no es suficiente; voy a obligarte a que cuentes conmigo. 

Ya se que crees que no puedes, pero voy a obligarte a que lo hagas. No me importa si no te apetece, no me importa si te da miedo, vas a tomar una decisión, ahora. Escucharé todas tus dudas, todos tus miedos, todas tus esperanzas, pero no voy a dejar que te escudes en todo esto para no decidir, voy a obligarte.

Ya se que te sientes sin fuerzas, sin energía, pero tiraré de cualquier carro por ti, mientras mejoras. Usa mis brazos y mis piernas como si fueran tuyas. Usa mi fuerza para tomar fuerza, usa mi aliento para alentarte, porque no voy a dejar que te quedes inmóvil.

Ya se que no quieres oír todo esto, que no quieres saberlo, que crees que no es lo que necesitas, pero me da igual lo que pienses.

Así que será mejor si no opones resistencia, si no te cierras en banda, si en vez de negarte trabajas conmigo. Será más fácil, y menos doloroso. Porque todo esto que te digo, va a ocurrir, no voy a dejar que lo evites.

Te prometo que será difícil, que lloraremos y que sufriremos. Pero también te prometo que lo pasaremos, que lo superaremos. 

Si no hay cuerda para salir el pozo, la compramos. Si no podemos conseguirla, la hacemos. Si no podemos cogernos a ella para subir (aunque la haya), montamos una escalera. Si no nos sale la escalera, hacemos un túnel. Pero no voy a permitir que nos quedemos en el fondo.

Y todo esto es, simplemente, PORQUE TE QUIERO.